Entre que Chrome expone nuestras contraseñas para que todo dios las vea, Google prepara las Google Glass para espiar nuestro comportamiento y ahora esto, francamente creo que estaríamos más seguros en una cueva.
En concreto, un organismo gubernamental alemán ha declarado que Windows 8 es un riesgo a la seguridad nacional por ser muy susceptible al espionaje. Ante semejantes declaraciones, publicadas en numerosos periódicos alemanes, la agencia ha solicitado que ninguna entidad gubernamental haga el traspaso a Windows 8.
Más específicamente, la agencia de seguridad nacional ha advertido que Windows 8 cuenta con una "backdoor" (puerta trasera) que es lo que permitiría el espionaje. Dicha "puerta trasera" no sería ni más ni menos que una tecnología denominada Trusted Computing (TC), dicha tecnología permitiría a Microsoft determinar que programas informáticos son seguros y cuales no, deshabilitando remotamente los que no lo son.
Obviamente, para poder desempeñar esta función la compañía de Redmond tendría que
Con esto en mente, resulta comprensible que el Gobierno Alemán rechace Windows 8 y lo considere un riesgo a la seguridad nacional. Y es que de hecho sería anticonstitucional para Alemania emplear dicho sistema operativo si efectivamente se usa para el espionaje.
Es en la decima enmienda de la constitución alemana donde dice:
1. Todos los ciudadanos alemanes tienen un derecho inviolable a la privacidad de su correspondencia, posts y telecomunicaciones.
El sistema que está siendo criticado por el gobierno alemán se activa automáticamente cuando el usuario enciende su ordenador y aparentemente no es posible deshabilitarlo. Ante semejante panorama, la agencia que reportó el problema recomienda fuertemente que se utilice Linux, el sistema operativo libre, para evitar estos problemas.
En cualquier caso, con las ventas de Windows 8 siendo lo que son, esto es lo último que necesitaba Microsoft. Una pena considerando que tanto ordenadores como portátiles con dicho sistema operativo recién comenzaban a aparecer a precios bastante asequibles, pudiendo comprar un portátil Windows 8 por menos de 400 euros y una tablet Windows 8 en torno a los 200 euros, sobre todo en portales como Amazon España donde afortunadamente encontramos una amplia variedad de alternativas en este sentido.